domingo, 1 de mayo de 2011

Carta al amor

Amor mío, sé que transitas por el camino del dolor. En este momento terrible solo me quedan penas. Vago por bosques de soledad. El eco de tus poemas, repite a gritos nuestro lamento.
Envenenado destino, nos privas de las caricias más tiernas, de los besos más íntimos, de recorrer el mapa de nuestros deseos. Y el deseo insiste... entregarse cautivo a tus propios impulsos. Llorar el miedo a que nada nos impulse a seguir adelante. Lágrimas en soledad bañan las playas de arenas blancas de mi alma... Dolor que desgarra mis entrañas. Barcos perdidos en la nada.
Implacable destino, el llanto debilita mi alma, pero en mi pecho, un valiente caballero tiene el coraje suficiente, para hacerte frente.
Es el amante perfecto, que el poeta describiera en sus versos. El más fiel, vital y apasionado corazón, el dueño de los sentimientos... soportará golpes hasta vencerte.
Destino _ ¡A ti te hablo!-. En obediente silencio refrenarás tus ansias. Alejarás la fría oscuridad de nuestras almas. La melancolía densa se esfumará de los inocentes rincones de mí ser amante. ¡Sombras del tiempo!, den paso a la luminosa esperanza. Llévenme a los brazos del ser que adoro.¡Tiempo sin tiempo!, Date prisa, hazme feliz... pídele al destino que otorgue mi deseo y permita que me encuentre, con quien tanto amo y así disfrutar la dicha suprema.
Cupido ¡Dios del amor!, Escucha mi ruego... mi agonía. ¡Haz nacer del dolor... la alegría! ¡Pasión que roza la locura!, ¡Encendida hoguera... ardientes besos!¡Deja que el cuerpo de mi poeta amado,derrame su fuego sobre mi cuerpo de Gardenias.

                                                                      Alma de Seda